Salida chica, diversión grande...

Organizamos una salida cortita pero rendidora el pasado Domingo 16/08. Algunos no podían, otros se iban para otros rumbos (¡fin de semana largo!), el caso es que sólo fuimos cuatro los que nos encontramos en el cruce de las Rutas 51 y 3 “vieja”. A Fabián y a mí (firmes como nuestros chasis) se unieron dos parejas Jeeperas nuevas, a partir de ahora nuevos amigos.

Vinieron Alejandro y Nancy (con Lautaro a upa) en este hermoso IKA negro, motor Ford 221, caja de tercera, tracción simple.



NOTA:pongo esta descripción técnica porque después ponen en los comentarios ¿y qué motor tiene?, ¿es doble?, ¿para dónde dobla si girás el volante a la izquierda?... ¿qué les pasa? ¿Son fanáticos?

Los primeros en llegar de todos, puntuales como puntaltenses (¿?) fueron Germán y Marina, con su carrozado largo, motor Ford 221 (están de moda), doble tracción y la caja no pregunté, no rompan…


Arrancamos por la 51, llegamos al Dique, pasamos la entrada y bajamos por la orilla de más allá, la del Partido de Pringues, digamos. Un par de vueltas por camino de tierra, algo de piedra y el barro traicionero de la orilla. Ahí se quedó un poco Fabián, pero salió al toque.



Paramos otro rato para charlar de mecánica (adivinen la marca) y tomar mate.



Orillamos varios metros más y en donde descubrimos un rincón libre de pescadores, armamos campamento jeepero (es una forma moderna de decir "croto"). Los chicos aprovecharon a potrear un rato y a no pescar nada.





Después volvimos al puente para pasar a la otra orilla y acercarnos a la represa. La verdad que está muy lindo el "Parque Provincial", lástima la sequía y la mugre que deja la "gente".

Ya llegando a la represa, pasando con cuidado entre unas piedras, nos encontramos con una "olla" de arena, una pavada de dificultad menor, para lo que estamos acostumbrados.

Bueno, ahí nos encajamos todos...





El caso es que hubo que tironear para salir, y el que sufrió las consecuencias fue el Jeep de Alejandro, que se lo bancó con la mejor onda...




Realmente la arena es muy finita, mucho más que la de Monte, y en cuanto se pierde un poco de pontencia te fuiste hasta el eje. Hubo que cavar, usar maderas y todo eso que generalmente hacen otros, pero lo importante es que no hubo que lamentar víctimas fatales y antes que caiga el sol estábamos afuera de la Olla Maldita, otra vez tomando mate y comiendo, no sea cosa que nos agarre una desnutrición aguda y nos quedemos ahí.



Subimos por el costado de la represa, posamos para la foto y volvimos a casa.



La verdad que estuvo muy bueno, más allá de algún fierro doblado y un poco de viento frío. Ojalá puedan venir todos para la próxima y vamos directo a la "Olla", así empezamos a eslingarnos desde temprano.

Aquí va el clip...




Saludos!!

Obe